Los biopreparados, en comparación con los químicos, presentan ventajas significativas, en particular:
- alta seguridad para humanos, animales, aves, entomófagos e insectos polinizadores;
- preservación del medio ambiente,
- ausencia de fitotoxicidad, actividad mutagénica y oncogénica.
- alta eficacia biológica;
- efecto residual que se manifiesta en la muerte de plagas en las siguientes fases de desarrollo y en las siguientes generaciones, y selectividad de acción;
- ausencia de desarrollo de resistencia en los insectos a los microorganismos;
- período de espera corto.
En la creación de biopreparados trabajan científicos de muchos países del mundo.
Ucrania, desde el inicio de su independencia, ha trabajado activamente y continúa trabajando en la creación de biopreparados.
Un ejemplo brillante y logro de los científicos y tecnólogos de la empresa Ukrzoovetpromprostach es el biopreparado de acción insecticida ACTOFÍT (desarrollado en los años 90 del siglo XX), que constituye una protección biológica fiable contra una serie de plagas del jardín, huerto, parterres, invernaderos, etc.
ACTOFÍT, entre todas las ventajas de los preparados biológicos, presenta ventajas adicionales:
- Posibilidad de aplicación en condiciones de verano caluroso.
- Posibilidad de aplicación en períodos cortos antes de la recolección.
- Apto para aplicación en condiciones de suelo protegido y para el tratamiento de flores de interior.
Actofít es un producto de la actividad vital de hongos radiados del suelo especializados no patógenos – Streptomyces avermitilis.
Mecanismo de acción:
El complejo de neurotoxinas naturales penetra en el organismo de los insectos por vía intestinal y de contacto.
Los daños al sistema nervioso de las plagas tienen consecuencias irreversibles que provocan parálisis y muerte de la plaga.
Tras 4-10 horas dejan de dañar la planta y mueren en 2-3 días.
El efecto protector dura hasta 15-20 días.
Compatibilidad con otros preparados:
El biopreparado Actofít CE es compatible con estimuladores del crecimiento, fungicidas, adherentes (normalmente no hay necesidad de uso adicional de adherentes, ya que los componentes correspondientes ya están incluidos en la composición del preparado) y otros medios de protección vegetal.
Requisitos de almacenamiento:
Almacenar en locales secos, limpios y ventilados, protegidos de las precipitaciones atmosféricas y la luz, a temperatura de menos 20°C a + 30°C.
Primeros auxilios: en caso de contacto con mucosas oculares o piel, lavar con agua corriente, solicitar asistencia médica. En caso de ingestión del preparado es necesario dar inmediatamente al afectado varios vasos de agua con carbón activado (10 comprimidos), y después provocar el vómito mediante irritación de la pared posterior de la faringe. Repetir el procedimiento varias veces. Tras prestar los primeros auxilios es necesario trasladar al afectado al hospital. No existe antídoto.
Medidas y medios de transporte, aplicación y neutralización de residuos de preparados y destrucción de envases: realizar según los requisitos de DSP 8.8.1.2.001-98 “Transporte, almacenamiento y aplicación de pesticidas en la economía nacional”,
En caso de derrame del preparado, recogerlo con adsorbente (arena, serrín), retirar las capas contaminadas del suelo, envasar en embalaje que no permita su derrame y entregar para posterior neutralización.
Se prohíbe verter residuos del preparado en el alcantarillado. No permitir que lleguen a masas de agua residuos del preparado, solución de trabajo o envases.
Se prohíbe la reutilización de envases.
Tras la aplicación, el envase del preparado debe entregarse para reciclaje.
Clasificación OMS, toxicidad:
Clase de peligro 3.
Envasado:
envase de vidrio o polímero 40 ml, 100 ml, 400 ml, 900 ml, bidones poliméricos 4,8 l.
Período de garantía de almacenamiento:
4 años en el envase del fabricante.
Datos de registro:
Número de registro
15781 serie A 10098 hasta 31.12.2033
TU U 24.2-23524007-001:2005
Biopreparado de acción insecticida
ACTOFÍT, CE
(aversectina C, 0,2%)
Destinación:
Escarabajo de la patata, polilla de la patata, ácaros, pulgones del melocotonero y del melón, trips del tabaco y de California, mosca blanca, enrolladores de hojas y geómetras, orugas de la mariposa del prado, oruga de la col.

Ámbito de aplicación:
Para aplicación en agricultura mediante pulverización durante el período vegetativo:
patata – 0,3 – 0,4 l/ha, dos veces;
pepinos de suelo protegido – 2,0 l/ha, dos veces;
rosas de suelo protegido – 2,0 l/ha, dos veces;
viñedos – 2,0 l/ha, tres veces;
lúpulo – 23,0 l/ha, tres veces.
Aplicación de Actofít en patata:
La patata es uno de los principales cultivos agrícolas. Gran importancia en la agricultura mundial, especialmente en Europa, tiene la patata gracias a su uso diversificado. Es simultáneamente un cultivo alimentario, forrajero y técnico. La patata se cultiva en la mayoría de países del mundo. La superficie total mundial de siembra de patata supera los 23 millones de hectáreas.
Las principales causas de obtener una cosecha baja de patata son el incumplimiento de la agrotecnia y las grandes pérdidas por organismos nocivos, que constituyen el 30–40% y más, por lo que el desarrollo de un sistema eficaz y científicamente fundamentado de protección de cultivos con las tecnologías modernas de cultivo pasa a primer plano.
En la obtención de una cosecha garantizada, de calidad y orgánica de patata, el factor más importante es su protección contra el escarabajo de la patata.
El uso prolongado de insecticidas ha llevado a una reducción drástica de su eficacia como consecuencia de la aparición de poblaciones resistentes en la plaga.
Por ello, actualmente merece especial atención la protección biológica de la patata contra el escarabajo de la patata.
El escarabajo de la patata es una de las plagas más peligrosas de la patata y otros cultivos solanáceos.
La protección de la patata contra plagas como el escarabajo de la patata debe ser regular y compleja: solo así se puede preservar la cosecha.
Uno de los principales factores de la protección compleja de la patata contra el escarabajo de la patata es el uso de biopreparados que contienen bacterias, hongos o productos de su actividad vital, que afectan nocivamente a la plaga pero son seguros para humanos, animales e insectos útiles. Los biopreparados actúan algo más lentamente que los plaguicidas químicos, pero no se acumulan en los tubérculos y el suelo y no provocan resistencia en los escarabajos.
Tal preparado es Actofít, que actúa eficazmente sobre el escarabajo de la patata (especialmente sobre las larvas) provocándoles parálisis nervioso. El preparado comienza a actuar ya a las pocas horas del tratamiento: las plagas dejan de alimentarse y mueren en el transcurso de 2–3 días. El biopreparado funciona por vía de contacto-intestinal y manifiesta mejor eficacia en tiempo cálido (+18…+25°C).
Aplicación de Actofít en lúpulo:
El lúpulo se cultiva en el mismo lugar durante más de 15-20 años y casi anualmente se ve dañado considerablemente por diversas plagas y enfermedades. El monocultivo, la ausencia de rotación de cultivos, la gran cantidad de fertilizantes orgánicos y minerales aplicados anualmente crean condiciones para la formación de un agroecosistema especial de entomofauna del suelo. Durante el período de crecimiento y desarrollo, el lúpulo es dañado por más de 86 especies de insectos, ácaros y nematodos y casi 20 especies de enfermedades. Especialmente peligrosas para él son 10-12 especies de plagas y 4-5 especies de enfermedades que se presentan anualmente. En posición sistemática, las plagas se distribuyen de la siguiente manera: el grupo más numeroso lo constituyen los lepidópteros – 56,3% de todas las especies, seguidos por los coleópteros – 8,4%, homópteros – 4,7%, dípteros – 4,7%, ortópteros – 2,4%, himenópteros – 1,2%, ácaros – 1,2% y nematodos – 1,2%.
Su nocividad es extraordinariamente alta, por regla general pueden reducir la cosecha en 25-30%, y en años particulares en 40-50% y más, así como empeorar la calidad tecnológica de la producción. Las pérdidas en cada hectárea constituyen 3,5-4,5 mil hryvnias.
Durante la vegetación, las partes aéreas del lúpulo, brotes jóvenes, tallos, hojas, ramas laterales, flores y conos son dañados por plagas masticadoras y chupadoras, entre las cuales las más nocivas son el ácaro araña, pulga del lúpulo, pulgón del lúpulo, gorgojo de la alfalfa, cigarrillas, chinches, oruga del invierno, oruga de la patata, mariposa del tallo.
En la base del sistema ecológicamente seguro de protección del lúpulo están los elementos de tecnología de cultivo de la cultura, incluyendo la selección correcta de áreas en el establecimiento de lupulares y el uso de variedades relativamente resistentes o tolerantes al complejo de organismos nocivos y la aplicación de preparados biológicos como Actofít.
Aplicación de Actofít en pepinos de suelo protegido:
El principal cultivo hortícola de suelo protegido es el pepino, que en la estructura general de la economía de invernadero ocupa el 60–70% de las superficies, ya que en comparación con otras hortalizas, forma cosechas altas (hasta 200 t/ha).
Es sabido que en suelo protegido, debido a la temperatura y humedad elevadas, se crean condiciones favorables no solo para el crecimiento y desarrollo de plantas cultivadas, sino también para la propagación de muchos organismos nocivos capaces de afectar o dañar las plantas durante toda la vegetación. Por ello, el elemento más importante de la tecnología hortícola de suelo protegido es el control de organismos nocivos, en particular fitófagos.
Considerando que el uso del método químico de protección en condiciones de suelo protegido es limitado y se permite solo cuando las plagas superan el UED durante el período de sus brotes masivos, el desarrollo de un sistema biológico eficaz de protección del pepino es una tarea actual.
La composición específica de organismos nocivos, incluidos fitófagos, en condiciones de suelo protegido es significativamente menor comparada con el abierto, pero el uso de invernaderos durante todo el año, el régimen de humedad y temperatura del aire elevadas en ellos, la ausencia de factores reguladores naturales crean condiciones favorables para la reproducción masiva de fitófagos y aumentan significativamente su nocividad.
Para controlar la población de plagas y limitar su nocividad en suelo protegido se deben aplicar sistemas integrados modernos de protección que incluyan medidas organizativo-económicas, preventivas, agrotécnicas, biológicas, químicas, cuarentenarias, combinadas entre sí en un complejo único.
El fitófago polífago más extendido de cultivos hortícolas de suelo protegido es el ácaro araña común (Tetranychus urtiace Koch.). El primer síntoma de daño a las plantas es la aparición de manchas claras individuales en la parte superior de las hojas, que posteriormente se vuelven marmóreas claras, amarillean, se secan y caen. La reducción de la cosecha puede alcanzar el 35–40%, y en casos particulares puede producirse su pérdida total.
En la práctica mundial de la economía de invernadero está extendido el método biológico de control de la población del ácaro araña común, que consiste en una serie de medidas que combinan la aplicación de preparados biológicos, en particular Actofít, que garantiza el cultivo de producción ecológicamente limpia en condiciones de suelo protegido.
Uso de Actofít en rosas:
Muchas personas en todo el mundo llaman a las rosas “reina de las flores”, porque su belleza atemporal y elegancia las distingue entre el resto de la flora mundial.
Las rosas son una de las plantas más populares del mundo. La edad aproximada de la rosa cultivada es de 5.000 años.
La aparición de insectos plaga en la rosa afecta sustancialmente las propiedades decorativas generales de las flores, y en algunos casos pueden llevar a la muerte completa de la planta. Por ello, es importante detectar a tiempo qué plaga amenaza la planta y tomar todas las medidas de lucha contra la plaga.
En las rosas pueden vivir y desarrollarse diversas especies de insectos, como pulgones, trips, ácaro araña, enrollador de hojas, etc.
Si en las rosas se detecta aunque sea una pequeña colonia de plagas, es necesario comenzar urgentemente su tratamiento, en particular con el biopreparado Actofít.
Uso de Actofít en vid:
La obtención de cosechas altas y estables de uva de buena calidad se basa en un complejo de medios organizativo-económicos, ecológicos, biológicos, químicos y agrotécnicos de limitación de la propagación y desarrollo de las plagas y patógenos más peligrosos.
En la vid pueden desarrollarse cerca de 700 especies, sin embargo, importancia económica tienen varias decenas de plagas. La composición específica de organismos nocivos depende especialmente de la zona de cultivo de la uva.
Debido a los cambios climáticos caracterizados como anomalía térmica estable, ha crecido la población y se ha ampliado la composición específica de plagas chupadoras, en particular ácaros, cigarras, trips.
Actualmente, las plagas clave de la uva que causan mayor daño a las plantaciones fructíferas siguen siendo los enrolladores de hojas. Los más extendidos en los viñedos del sur de Ucrania son el enrollador de racimos (Lobesia botrana Den. et Schiff), enrollador de dos vuelos (Eupoecilia ambiguella Hb.), enrollador de la vid (Sparganothis pilleriana Den. et Schiff). Estas especies de plaga se diferencian por características morfológicas, biología y particularidades de desarrollo. El más extendido y nocivo es el enrollador de racimos.
Los preparados biológicos constituyen una de las estrategias eficaces para combatir las plagas de la uva sin utilizar sustancias químicas nocivas. El uso de Actofít garantiza un crecimiento y desarrollo saludables de la planta y contribuye a obtener una cosecha abundante de uva.