¿Por qué pensar en los productos fitosanitarios ahora?
El período entre el final de la cosecha y la siembra de primavera a menudo se considera una “temporada muerta”, cuando la atención principal de los agricultores se centra en la preparación del equipo, el análisis de costes y la planificación financiera. Sin embargo, entre las numerosas operaciones, es fácil subestimar uno de los factores clave para el rendimiento futuro: la compra oportuna de productos fitosanitarios.
A pesar de la tentación de posponer los gastos hasta la primavera, la práctica y la lógica económica demuestran que la temporada baja es el mejor momento para tomar decisiones sobre los productos fitosanitarios. Y aquí está el porqué.
Precio: aumento debido a la demanda primaveral
Históricamente, los precios de los productos fitosanitarios muestran una tendencia constante al alza durante el período de alta demanda, de marzo a mayo. Esto se debe a varios factores:
- Sobrecarga estacional en la logística — las entregas se retrasan debido a almacenes saturados y colas.
- Fluctuaciones de divisas — los tipos de cambio primaverales pueden ser impredecibles, y la mayoría de los productos fitosanitarios son importados.
- Factor psicológico de escasez — los agricultores que han retrasado las compras están dispuestos a pagar más para cumplir con los plazos de tratamiento.
Según los analistas del sector, el aumento de precios en primavera puede alcanzar del 10 al 25% dependiendo del producto, proveedor y región. Es decir, comprando productos fitosanitarios en temporada baja, la explotación ya ahorra parte del presupuesto, sin esfuerzo adicional.
Riesgo de escasez: elección aplazada — oportunidades perdidas
La primavera es el momento de máxima demanda, pero también de máximo riesgo de escasez. Algunos productos simplemente no llegan a tiempo a los almacenes o se agotan antes.
Esto es especialmente crítico para:
- productos nuevos y más eficaces que aún no tienen grandes existencias en almacén;
- productos fitosanitarios especializados que se utilizan en cultivos de nicho o en esquemas específicos de protección;
- productos fitosanitarios importados que requieren despacho de aduanas y certificación anticipada.
Durante situaciones de fuerza mayor, las explotaciones se ven obligadas a pagar de más o utilizar alternativas menos eficaces, lo que a su vez afecta al rendimiento.
Estrategia de almacenamiento: el control de calidad está en sus manos
Otro argumento “en contra” del aplazamiento es el control de las condiciones de almacenamiento. Al comprar productos fitosanitarios en temporada baja, el agricultor controla personalmente que:
- el envase permanezca intacto,
- la temperatura de almacenamiento cumpla con las normas,
- las propiedades químicas no se vean alteradas.
Durante el período de compras masivas en marzo-abril, algunas explotaciones se ven obligadas a comprar de almacenes con condiciones de almacenamiento inadecuadas, o reciben restos cuyo tiempo real de almacenamiento es imposible de determinar.
Presión sobre el flujo financiero: hay solución
La razón principal por la que los agricultores posponen la compra es la reticencia a inmovilizar el capital circulante. Y es lógico. Sin embargo, los instrumentos financieros modernos permiten actuar de forma proactiva: adquirir los productos necesarios ahora y pagar con los beneficios de la temporada.
Uno de estos instrumentos es el pago a plazos agrícola de WEAGRO, que:
- permite formalizar el acuerdo sin entrada inicial,
- proporciona una decisión sobre el límite en 30 minutos, sin visitas a la entidad financiera,
- permite elegir el proveedor entre empresas agrícolas verificadas,
- no requiere garantía.
Esto significa que obtiene la ventaja de precios de temporada baja, pero sin desviar fondos de otras operaciones como reparaciones, combustibles y pagos.
Planificación de la protección de cultivos: precisión y tranquilidad
La compra oportuna de productos fitosanitarios ofrece otra ventaja estratégica: la posibilidad de planificar con antelación los esquemas de protección para cultivos específicos, campos e historial de malezas. No tendrá que “parchear” la estrategia basándose en lo que queda en el mercado, sino que actuará según la lógica agronómica:
- verificará todas las sustancias activas,
- elegirá las mezclas de tanque óptimas,
- podrá consultar con el agrónomo del socio o distribuidor.
Esto reduce los riesgos de fitotoxicidad, resistencia y errores en la tasa de aplicación, que afectan directamente al rendimiento y la rentabilidad.
La temporada baja: momento para decisiones meditadas

El otoño y el invierno son períodos en los que las explotaciones analizan los resultados financieros del año, preparan el equipo y piensan en la siembra. Es ahora cuando tiene tiempo para tomar decisiones meditadas: sin la presión estacional, cuando todos están comprando, la logística está sobrecargada y los gerentes de los proveedores apenas pueden responder.
La compra en temporada baja no es solo una compra anticipada. Es una decisión estratégica que determina la cosecha de la próxima temporada.
Conclusión
Posponer la compra de productos fitosanitarios hasta la primavera supone un riesgo en varios aspectos:
- precios más altos,
- elección limitada,
- problemas logísticos,
- escasez o retrasos,
- presión sobre el flujo financiero,
- y finalmente, menor eficacia en la protección de cultivos.
WEAGRO proporciona a los agricultores una herramienta que les permite actuar de forma proactiva: formalizar acuerdos hoy, recibir productos de proveedores fiables y pagar con los ingresos de la próxima temporada. Solo unos pocos clics y los productos fitosanitarios están asegurados.
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