La gestión financiera competente es la base del desarrollo eficaz de una empresa agrícola. El capital circulante es uno de los criterios básicos que pueden orientar los cálculos y la evaluación de los resultados de la actividad. Y comprender los indicadores clave de su rentabilidad será útil para los directores de explotaciones agrícolas, los gestores financieros y todos aquellos que se ocupan de cuestiones económicas en el sector agrario. Esto ayudará a entender mejor cómo aplicar y utilizar correctamente los recursos disponibles para lograr estabilidad y un posterior escalado del negocio.
Qué es el capital circulante de una empresa agrícola

El capital circulante es aquella parte de los fondos que participa constantemente en el proceso de producción, así como en la circulación de bienes y servicios, necesaria para garantizar la actividad ininterrumpida. En el contexto del sector agrario, precisamente los activos circulantes garantizan la producción, y por tanto la estabilidad financiera de la empresa. Se pueden distinguir varios componentes clave:
- fondos circulantes;
- fondos de circulación;
- reservas y existencias.
El capital circulante no incluye activos a largo plazo, como edificios, equipos, parcelas de tierra y otros activos fijos que utiliza la empresa durante un tiempo prolongado y que no están sujetos a una rápida conversión en efectivo durante un ciclo de producción.
Fondos circulantes
Existencias de materias primas, productos y otros activos que se convertirán durante un ciclo de producción. En la agricultura, esta lista puede incluir:
- semillas y material de siembra;
- piensos y aditivos;
- fertilizantes y productos fitosanitarios.
El capital circulante en el ámbito de la producción son los recursos básicos sin los cuales la actividad de cualquier empresa, incluida la agraria, es imposible. Por tanto, deben reponerse constantemente para garantizar su continuidad.
Fondos de circulación
Se trata de productos que ya han sido fabricados pero aún no comercializados, que se almacenan en el almacén hasta el momento de la venta. En esta misma categoría se incluye el dinero que el proveedor recibirá de los compradores por los productos suministrados, así como los fondos en efectivo y sin efectivo que se utilizan para los cálculos corrientes, las compras y el pago de salarios.
Criterios de división del capital en fijo y circulante
Para comprender la diferencia entre estos dos conceptos será útil revisar las diferencias clave. Ambos activos financieros determinan la estructura y el funcionamiento de la empresa. El capital fijo y circulante son dos componentes que se complementan perfectamente, creando tanto una base material a largo plazo como manteniendo un ciclo de trabajo ininterrumpido para el desarrollo y el aumento de la estabilidad financiera.
Capital circulante
Se compone de activos que se consumen o realizan completamente durante un ciclo de producción. Es la base para el funcionamiento actual de la empresa, que participa directamente en el proceso. Su valor se recupera completamente tras la realización del producto. El capital circulante cumple las funciones de financiar materias primas, materiales y productos terminados, así como mantener la liquidez del negocio.
Activos fijos
Es todo lo que sirve a la empresa a largo plazo, normalmente más de un año. En esta categoría se incluye la base material para el proceso productivo, que permite crear condiciones para la producción de productos o la prestación de servicios. El capital fijo no forma parte del producto terminado, pero está sujeto a amortización, y su valor se distribuye a lo largo de varios años, lo que permite recuperar gradualmente los gastos y acumular fondos para la modernización o renovación.
Los criterios de división del capital en fijo y circulante son bastante simples. Los edificios, equipos, máquinas y estructuras participan repetidamente en el proceso productivo. Las semillas, fertilizantes, piensos y aditivos se consumen en un ciclo y retornan en forma monetaria. En esto radica la diferencia entre los dos conceptos: fijo – activos a largo plazo, circulante – activos a corto plazo.
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Funciones del capital circulante
Se pueden destacar varias tareas clave que esta herramienta permite lograr:
- financiación de gastos corrientes;
- compra de materias primas y materiales;
- mantenimiento del nivel necesario de liquidez;
- cumplimiento oportuno de las obligaciones financieras;
- cobertura de la deuda a corto plazo.
La disponibilidad de capital circulante es críticamente importante para el funcionamiento estable y el desarrollo de la explotación agrícola.

Capital circulante propio
En economía existen dos enfoques principales para definir este concepto, que permiten evaluar la importancia de este recurso financiero y su relevancia para el agronegocio. El capital circulante propio se define como la parte de los activos de la empresa que se utilizan para cubrir las obligaciones corrientes – desde la compra de materias primas hasta los gastos operativos, y lo principal – no dependen de préstamos externos. También se puede considerar como un recurso financiero que garantiza el funcionamiento estable y el desarrollo de la explotación.
Además, se puede utilizar como indicador de estabilidad financiera y capacidad del negocio para mantener su liquidez sin atraer capital externo. En este contexto, el capital circulante propio es la diferencia entre los activos corrientes y las obligaciones de la empresa.
Papel del capital circulante propio en la agricultura
Una de las características del sector agrario es que el ciclo de producción es bastante largo – constituye aproximadamente un año. Y si en el comercio es importante recuperar los fondos lo más rápido posible, para los agricultores este objetivo no es relevante. Pero al mismo tiempo es importante distribuir correctamente los gastos teniendo en cuenta la duración del ciclo operativo. El capital circulante propio de la empresa son fondos para objetivos corrientes, deben estar disponibles en volumen suficiente. De lo contrario, se pueden enfrentar a una serie de problemas:
- déficit de material de siembra debido a compras inoportunas;
- aumento estacional de precios de maquinaria e instrumentos agrícolas que serán relevantes en primavera;
- desde enero el valor del grano alcanza el máximo, y en el período de cosecha – los precios son un 20% más bajos.
Por eso la solución óptima será este ciclo: en otoño compra de productos para los siguientes trabajos, en primavera – siembra, en otoño – cosecha, en invierno – venta. El capital circulante neto es la posibilidad de disponer libremente de los fondos necesarios, sin atraer fuentes externas de financiación. Gracias a esto se puede mantener la estabilidad incluso en caso de retrasos en las ventas o en la llegada de dinero.
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Para qué calcular el capital circulante neto
El cálculo de este indicador da una comprensión de hasta qué punto la empresa es capaz de mantener la actividad corriente sin atraer préstamos. Sobre esta base se pueden realizar:
- evaluación de liquidez – cuanto más alta sea, más fácil será para la empresa cumplir las obligaciones a corto plazo, y el capital circulante propio caracteriza la solvencia de la empresa;
- planificación y gestión de flujos de efectivo – la optimización de gastos e ingresos permite evitar la aparición de déficit de fondos monetarios, así como mejorar la rentabilidad general;
- análisis de salud financiera – para identificar problemas potenciales, amenazas y riesgos en etapas tempranas para su eliminación oportuna.
El capital circulante propio se determina restando las obligaciones a corto plazo de los activos circulantes y demuestra la autonomía financiera de la empresa en la gestión de sus recursos. Esto puede convertirse en un criterio importante para inversores y acreedores al evaluar la solvencia, así como el atractivo de inversión de la empresa, lo que permite obtener financiación adicional en condiciones ventajosas. Un alto capital circulante neto muestra que el negocio es financieramente estable y se desarrolla activamente.
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Cómo calcular el capital circulante neto (propio)
A los propietarios de empresas agrícolas les resulta útil saber cómo evaluar correctamente el capital circulante propio. La fórmula es bastante simple – es la diferencia entre activos y obligaciones:
Capital circulante neto = Activos corrientes – Obligaciones corrientes
Para realizar los cálculos es necesario determinar la suma de los fondos disponibles, incluyendo no solo directamente las finanzas, sino también las cuentas por cobrar, así como las existencias. Y de ella restar las deudas a corto plazo y otros gastos asociados. El capital circulante neto se calcula según la fórmula, todas las partes de la cual deben estar expresadas en forma monetaria. El resultado permite evaluar el balance de la empresa después de cubrir todas las obligaciones a corto plazo que surgen en el ciclo productivo. Un valor positivo indica la presencia de liquidez para mantener las operaciones, y uno negativo – posibles dificultades. Y para evaluar el estado real de las cosas, es útil calcular el capital circulante neto, que demostrará claramente el estado financiero de la empresa.
Capital circulante propio: ejemplo
Conociendo la fórmula y sus componentes principales, es fácil realizar los cálculos necesarios. Esto se puede hacer con los siguientes indicadores:
- existencias: 200.000 UAH;
- cuentas por cobrar: 150.000 UAH;
- fondos monetarios: 50.000 UAH;
- cuentas por pagar: 100.000 UAH;
- créditos a corto plazo: 50.000 UAH.
¿Cómo encontrar el capital circulante propio? Activos: 200.000 + 150.000 + 50.000 = 400 mil hryvnias. Obligaciones: 100.000 + 50.000 = 150 mil hryvnias. Resultado: 400.000 – 150.000 = 250.000 UAH. Con estos indicadores, la explotación agrícola tiene suficientes recursos para cubrir las obligaciones corrientes y el desarrollo posterior. Pero una evaluación única no es suficiente: el propietario del negocio tendrá que seguir constantemente la dinámica. Solo es necesario calcular el capital circulante neto para evaluar la eficacia de la estrategia de acciones elegida y tomar decisiones fundamentadas sobre el crecimiento y desarrollo posterior de la empresa agrícola.
Rentabilidad del capital circulante
Es un indicador que refleja la eficacia del uso de los activos corrientes de la empresa para obtener beneficios. Se calcula como la relación entre el beneficio neto y el valor medio del capital circulante durante un período determinado. Por tanto, una alta rentabilidad del capital circulante es evidencia de una aplicación exitosa de los recursos, y una baja indica la necesidad de reducir los gastos en la optimización de la gestión de activos.
Conclusión
La evaluación constante de los resultados de la actividad de la empresa es importante no solo para los representantes del sector agrario. El cálculo de los activos circulantes netos permite tomar decisiones estratégicas correctas relacionadas con el desarrollo posterior o la implementación de cambios.
Y en caso de falta de fondos o necesidad de adquirir materiales o maquinaria para el trabajo antes de recibir las cuentas por cobrar, se puede aprovechar el aplazamiento agrícola de WEAGRO en condiciones ventajosas.